camisetas de futbol

En los años 1940, Claire McCardell creó el sello del american look, con un estilo natural y autóctono de tono deportivo que dio origen al concepto de lo «casual». También destacó por sus campañas publicitarias, de tono algo provocativo. El primero desarrolló un estilo depurado y de ricos materiales, que gozó de gran éxito en Estados Unidos, Japón y Filipinas. En Estados Unidos, Ralph Lauren lanzó una colección en esta línea inspirada en la moda de los colonos del oeste norteamericano, que fue bautizada como estilo «casa de la pradera». El primero lanzó una colección de vestidos de noche con faldas acanaladas y drapeados diagonales, estampados con atrevidos colores, como fucsia, turquesa, lila, escarlata, púrpura, camisetas de futbol 2021 verde botella y amarillo canario. También en esta década surgió el concepto one stop, las prendas intercambiables de una sola firma, con las que se podía confeccionar un fondo de armario acudiendo a una única boutique, camisetas futbol un concepto valorado por la moderna mujer trabajadora. Una posición que se mantendría casi intacta en las décadas siguientes desde el punto de vista de un sinfín de autores internacionales según fuentes de antaño y contemporáneas. En esta década la alta costura vivió una cierta regeneración, gracias al trabajo de diseñadores como Emanuel Ungaro, Karl Lagerfeld y Christian Lacroix.

Lacroix fue creador de un estilo barroco y fantástico, con inspiración española, como sus creaciones basadas en los trajes de torero, en el tocado de la Dama de Elche o en los mantos de las vírgenes de las procesiones sevillanas. Estos años vieron un repunte de las prendas de punto, que se introdujeron en los circuitos de prêt-à-porter, no ya solo en los tradicionales jerséis, guantes y bufandas, sino en conjuntos completos de vestidos y complementos de punto. Ralph Lauren destacó en los 1960 con su life style, una línea de inspiración inglesa pero más refinada, mientras que en los 1990 triunfó con su sello american dream, aunando confort y elegancia, como en sus famosos polos. La moda inglesa gozó de amplia difusión gracias a fenómenos musicales como los Beatles y los Rolling Stones, que difundieron la moda pop. Fue el diseñador del vestuario de películas como El gran Gatsby (1974) y Annie Hall (1978), que tuvieron gran influencia en la moda.

Óscar de la Renta desarrolló un sello más europeo, caracterizado por su exquisita elegancia, y destacó igual como diseñador que como hombre de negocios. Donna Karan aunó confort y elegancia, con fusión de elementos masculinos y femeninos, con un estilo cosmopolita. Una de sus máximos exponentes fue Laura Ashley, diseñadora de vestidos de algodón de un blanco puro o de motivos florales, con mangas ajamonadas, escotes modestos, talles altos, faldas largas y elementos ornamentales de encajes y volantes. Se llevaban prendas de corte sencillo y escasa ornamentación, con preferencia por el color blanco. Las últimas décadas del siglo vieron una preferencia cada vez mayor por la individualización de la moda, iniciada en los años 1970, que Tom Wolfe definió como «la década del yo». Al explotar los límites establecidos por los códigos dominantes de género, sexual y de moda, ella fomenta la experimentación, el cambio y la producción de la identidad individual, concluyó.

Estos creadores fueron pioneros en una visión posmoderna de la moda, en la que se diluían los límites entre Occidente y Oriente, entre lo moderno y lo antimoderno, la moda y la antimoda. También estuvo de moda esos años el uso de uniformes militares y las chaquetas con la bandera británica (la Union Jack). Al tiempo, incorporó nuevos productos, como las chaquetas motorista, los tops, las mallas de rejilla, los pantalones de PVC y los shorts de tweed. A la gente le encantan las estadísticas y ver cómo evolucionan”, comenta López sobre esta suerte de Comunio en el que los jugadores del Sofán SD son parte de los fichajes disponibles. Con el tiempo y el éxito, numerosos artistas hip-hop cobraron un creciente gusto por la extravagancia —abrigos de piel, zapatos de piel de cocodrilo— y el uso de abundantes joyas —conocido como bling-bling—, sobre todo cadenas de oro y diamantes.

Era un estilo extravagante y andrógino, con gusto por las lentejuelas, los leotardos ajustados, los monos estampados y las botas de plataforma, así como cortes de pelo tipo mullet y abundante uso de pintura corporal. El modisto John Stephen fue el principal proveedor de ropa para la corriente de los mods, caracterizada por el uso de parkas militares, trajes de corte italiano, camisas de cuello grande, corbatas anchas tipo kipper y botas Chelsea. No solo tiene todo tipo de prendas baratas para hombre, mujer y niños, si no que también presenta una calidad increíble. Versionó numerosos productos típicos de Chanel, como su traje de dos piezas o su «vestidito negro», que modernizó en una versión de vinilo y punto liso de poliéster. Por eso es mejor siempre hacer pruebas en pequeñas piezas. Lagerfeld, director artístico de Chanel, revitalizó la tradicional firma francesa con un estilo moderno, dirigido a un público más joven.