Influida por el New Look de Dior, se pusieron de moda unos vestidos con corpiño en forma de corazón, talle recortado y falda ondulante. Este tipo de vestido se asoció con la elegancia y la sofisticación, y se convirtió en el arquetípico de las fiestas de graduación de las adolescentes estadounidenses, así como uno de los favoritos para vestidos nupciales. Cardin fue pionero de la ropa unisex con su colección Space Age, que incluía vestidos tubulares, tabardos y monos de punto. Para las actividades acuáticas, Elsa Schiaparelli diseñó unos bañadores de punto ceñidos al cuerpo, decorados con rayas verticales u horizontales. Se hizo famosa por sus prendas de punto con trampantojos, unos dibujos incorporados a la tela que parecían objetos externos, ya fuesen textiles, como lazos, cinturones, bufandas o pajaritas, como de diversa índole, como tatuajes o esqueletos. Era un traje de baño compuesto por un sujetador y una braguita ceñidos, que pese a causar un escándalo inicial enseguida se popularizó, sobre todo gracias a celebridades como Brigitte Bardot. La depresión económica derivada de la crisis del petróleo llevó a la moda a una búsqueda de prendas más baratas y funcionales.
El Ajax de Amsterdam, uno de los clubes con la camiseta más bonita y única del mundo, similar al caso de Boca Juniors, y que tendría decenas de modelos de colección. En este período surgieron las bermudas, unos pantalones hasta la rodilla llamados así por las islas homónimas, un lugar frecuente de veraneo durante los años 1930 y 1940, en el que estaba prohibido que las mujeres llevasen las piernas descubiertas. Courrèges lanzó en 1964 su colección Moon Girl, formada por minivestidos de telas densamente tejidas, así como pantalones y túnicas, gorros parecidos a cascos de astronauta, botas acolchadas o calzado plano de charol. Este estilo fue popularizado por Hollywood, especialmente estrellas como Elizabeth Taylor y Grace Kelly. En Estados Unidos surgió en esta época el estilo «escote de corazón», lanzado en 1950 por Helen Rose. En esa época, surgieron en Estados Unidos las prendas de moda de confección, unas prendas estandarizadas que, frente a las hechas a medida, permitían abaratar los costes, un concepto lanzado en 1928 por Hattie Carnegie.
También nació el concepto de piezas de guardarropa intercambiables, piezas separadas que permitían numerosas combinaciones entre ellas. Los 1930 fueron los años dorados del cine de Hollywood, que se convirtió en un gran escaparate para la moda, gracias al glamour de actrices como Mae West, Carole Lombard, Joan Crawford, Claudette Colbert y Jean Harlow. Las productoras de cine tenían sus propios diseñadores de moda, que crearon tendencia con sus diseños, entre los que destacaron Adrian y Travis Banton; en ocasiones contrataron a famosas modistas europeas, como Coco Chanel y Elsa Schiaparelli. Las camisetas personalizadas baratas son un articulo publicitario muy demandando por todas las empresas. La velocidad de impresión es un factor importante si quieres establecer un negocio de estampación de camisetas. El influjo del glamour hollywoodiense se trasladó a otros terrenos, como el de la cosmética, sobre todo gracias a la labor de Max Factor. El diseño de vanguardia fue cultivado también por Sonia Delaunay, cercana como su marido Robert al arte abstracto y al orfismo, una variante del cubismo. Uno de los contactos más estrechos entre arte y moda fue con el constructivismo ruso: la Revolución rusa propició la intervención estatal en el terreno de la cultura, con la vista puesta en la objetividad y la utilidad.
Fue un estilo eminentemente decorativo, con influencia del arte africano, la xilografía japonesa y el antiguo Egipto, que produjo unos diseños basados en formas geométricas, zigzags, espirales, formas escalonadas y trapezoidales. Sin embargo, lo que no saben muchas chicas es que también tienen ropa japonesa muy barata. Gerri Hirshey de Rolling Stone escribió que si los fanáticos de MTV prefirieran vestirse como ella, las chicas seguramente optarían por la fiesta de pijamas de Cyndi; quien era genuina y amable con las chicas. El académico Kellner escribió que «la ropa es para ella, lo que los juegos lingüísticos son para Thomas Pynchon». Su vinculación a la moda se produjo sobre todo de la mano de Elsa Schiaparelli, una modista italiana afincada en París, muy relacionada con el mundo del arte: para ella, el diseño de moda era una actividad artística. El contrato, que está en vigor desde la pasada campaña, convirtió durante unos meses a los reds en el segundo club mejor pagado por una firma deportiva por detrás del Bayern, que lleva muchos años ligado a Adidas.
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