En el primer minuto de la final, tras 16 pases entre los neerlandeses y sin que los alemanes tocaran el balón acabó con el penalti de Uli Hoeness sobre Cruyff y que Neeskens marcaría. Ese año, Julio Chonto Gaviria estableció la que debe de ser una marca mundial histórica y muy difícil de romper: atajar seis de los siete tiros penales que le correspondieron (85,7 %).