En los siguientes años prosiguieron los partidos amistosos y los campeonatos provinciales. Curiosamente en el inicio de los años 20, el primer gran acontecimiento deportivista de la época tuvo lugar en Vigo. En 1923, tras múltiples conversaciones, los dos equipos más importantes de la ciudad, el Fortuna de Vigo y el Vigo Sporting, decidieron fusionarse en un único club, al que ambos aportarían sus mejores jugadores, y que recibiría el nombre de Celta de Vigo.